Los cuartos fríos son instalaciones especialmente diseñadas para el almacenamiento y preservación de productos que requieren condiciones de baja temperatura. Estos espacios controlados se utilizan en industrias como la alimentaria, farmacéutica y de investigación.

Equipados con sistemas de refrigeración avanzados, los cuartos fríos permiten mantener temperaturas específicas y niveles de humedad para garantizar la frescura y calidad de los productos almacenados. Son fundamentales en la conservación de alimentos perecederos, medicamentos sensibles al calor y otros artículos susceptibles a cambios climáticos.

Estos cuartos suelen contar con aislamiento térmico, sistemas de monitoreo constante y puertas herméticas para evitar fugas de temperatura. Algunos también incorporan tecnologías de control de gases para preservar la calidad de los productos.

En resumen, los cuartos fríos son infraestructuras esenciales para diversas industrias, proporcionando un ambiente controlado que asegura la integridad y durabilidad de los productos almacenados.