Para toda empresa, es necesario tener de manera permanente un plan de mantenimiento periódico que involucre todos los componentes de un sistema de refrigeración, bien sea este industrial o comercial. Sin embargo, en diversas ocasiones por un uso excesivo, una mala operación o simplemente un fallo de origen se puede llegar a necesitar la reparación de equipos de refrigeración. Este proceso involucra una evaluación exhaustiva con el fin de determinar la causa original del fallo y si afectó a alguna otra parte o componente del sistema.

Basado en una lista de chequeo, todas las empresas especializadas en la reparación de equipos de refrigeración deben verificar cada componente en los cuales debe identificarse el estado de su integridad física. Las diversas condiciones de operatividad, sea esta presión, temperatura, niveles de aceite y refrigerantes son esenciales para lograr un óptimo funcionamiento de todo el sistema. De no ser así, se estaría sometiendo a todo el mecanismo de refrigeración a un sobre esfuerzo que traería consigo daños severos al sistema principal de compresión.

Los planes de mantenimiento preventivo combinados con inspección, limpieza y calibración permiten detectar de manera rápida cualquier posible daño o prevenirlo antes de que ocurra, evitando de manera inmediata una posible reparación de equipos de refrigeración que implique una parada del funcionamiento del equipo.

Condiciones básicas de la reparación de equipos de refrigeración

En la reparación de equipos de refrigeración debe existir como base primaria una inspección exhaustiva de cada componente del sistema. Asimismo, es fundamental verificar la operatividad y la integridad de los mismos. En el caso específico del compresor, se deben detectar posibles fugas de refrigerante, agrietamiento de la carcasa y su completa hermeticidad, ya que estos son factores claves en el diagnóstico de la operatividad del compresor.

De igual manera, en la reparación de equipos de refrigeración se verifican y miden los niveles de aceites. De necesitar una determinada cantidad, se completa esa falta para que el sistema se ponga en servicio en un periodo mayor a 3 horas, con el fin de determinar cuál es la posible causa de la fuga e inmediatamente proceder a la reparación o reemplazo del componente averiado.

También en la reparación de equipos de refrigeración ningún componente o elemento debe pasarse por alto en su observación de operatividad. Sólo así puede garantizarse que no ocurrirá ningún fallo repentino en un medio plazo sin que sea producto de una mala operatividad o manipulación. Por ejemplo, si el sistema de filtros necesita de una limpieza, según sea el caso, puede hacerse con aire a presión o agua pura con el fin de evitar la acción corrosiva de agentes químicos sobre los componentes.