La tubería corrugada es un tipo de tubería flexible que presenta un diseño ondulado en su estructura, lo que le confiere mayor flexibilidad y resistencia a la deformación. Este tipo de tubería se fabrica comúnmente en materiales como el PVC (policloruro de vinilo) o el PE (polietileno) y se utiliza en una variedad de aplicaciones, como drenaje, alcantarillado, sistemas de aguas pluviales, sistemas de riego agrícola, protección de cables eléctricos, entre otros. La estructura corrugada proporciona una mayor resistencia a la compresión y al impacto, lo que la hace ideal para instalaciones en terrenos irregulares o con condiciones de suelo difíciles. Además, su diseño flexible facilita su instalación en áreas de difícil acceso y minimiza la necesidad de juntas adicionales, lo que reduce el riesgo de fugas y mejora la eficiencia del sistema.