necesaria porque evita que se acumule en exceso el agua en las superficies, lo cual puede llegar a provocar que el concreto o el material del que esté fabricado el piso, pierda su resistencia.
Gracias a una rejilla, el agua llega hasta el subsuelo y desemboca en un sistema de drenaje, que consiste en una red de tuberías que desalojan los líquidos hacia otras zonas, donde estas aguas no ponen en peligro a los ciudadanos.
Por ese motivo y por las ventajas que tienen las rejillas, es posible verlas en prácticamente todas las calles de una ciudad, en las fábricas, en centros comerciales y hasta en los hogares, porque su función se adapta a cualquier tipo de entorno.
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