Las rejillas, tanto las convencionales como las industriales, son elementos utilizados para diversas aplicaciones, principalmente en ventilación y protección en áreas donde se necesita el paso de aire, líquidos o luz, pero se busca evitar el acceso no deseado o proteger de posibles impactos.

En entornos industriales, las rejillas industriales son especialmente robustas y resistentes, diseñadas para soportar condiciones más exigentes, como cargas pesadas, tráfico intenso o exposición a elementos corrosivos. Se fabrican comúnmente en materiales duraderos como acero inoxidable, aluminio o acero galvanizado. Estas rejillas se utilizan en plataformas industriales, pasarelas, áreas de carga, y otras ubicaciones donde se requiere una mayor resistencia y durabilidad.

Por otro lado, las rejillas convencionales, que pueden encontrarse en entornos domésticos o comerciales, están diseñadas para aplicaciones más ligeras. Se utilizan comúnmente en sistemas de ventilación, cubiertas de desagües, o incluso en decoración arquitectónica. Estas rejillas suelen fabricarse en materiales más ligeros como plástico, aluminio o acero pintado.

En resumen, las rejillas e industriales comparten la función principal de permitir el paso de ciertos elementos mientras ofrecen protección, pero las industriales están diseñadas para resistir condiciones más severas y aplicaciones específicas en entornos de mayor exigencia.