Las cajas domiciliarias son dispositivos utilizados en instalaciones eléctricas residenciales para albergar y proteger conexiones de cables y dispositivos eléctricos. Estas cajas, generalmente fabricadas en plástico o metal, cumplen una función esencial al proporcionar un recinto seguro para los empalmes y conexiones eléctricas, evitando exposiciones peligrosas de cables y reduciendo el riesgo de cortocircuitos.

En el contexto de la electricidad domiciliaria, las cajas se instalan en paredes, techos o pisos para albergar interruptores, enchufes, tomacorrientes y conexiones eléctricas. Además de brindar protección física, estas cajas también facilitan el acceso a las conexiones eléctricas para futuras inspecciones o reparaciones.

Las cajas domiciliarias pueden variar en tamaño y diseño según las necesidades específicas de la instalación eléctrica. Algunas incorporan funciones adicionales, como sellos herméticos para proteger contra la humedad o capacidad para montar interruptores y enchufes.

En resumen, las cajas domiciliarias son componentes esenciales en sistemas eléctricos residenciales, asegurando la seguridad y la organización de las conexiones eléctricas en el hogar.