En el ámbito de la construcción, el cemento surge como un material esencial, utilizado como aglomerante para unir y fijar otros materiales. Principalmente derivado de la mezcla de piedra caliza, arcilla y otros componentes, el cemento Portland representa la variedad más común. Su producción implica un proceso de molienda y cocción a altas temperaturas. Al mezclarse con agua, da lugar a una pasta que fragua y endurece, formando así un material resistente conocido como hormigón o concreto. Este compuesto juega un papel crucial en la construcción de edificaciones, carreteras, puentes y otras infraestructuras. La versatilidad, durabilidad y capacidad para adaptarse a diversas formas y aplicaciones consolidan al cemento como un componente central en el ámbito de la construcción. En resumen, el cemento desempeña una función primordial al proporcionar la base sólida para la creación de estructuras robustas y duraderas en proyectos de construcción.