Aporta un estilo cálido y rústico, ideal para cocinas tradicionales o modernas.

Resistente y duradero, perfecto para estilos industriales o minimalistas.

Ligero y económico, ideal para opciones más prácticas y temporales.

A menudo combinado con metal o madera para un aspecto elegante.

Existen desde estantes compactos para esquinas hasta estructuras más grandes que ocupan paredes completas.