Los acabados para ventanería desempeñan un papel esencial tanto en la estética como en la durabilidad de las ventanas. La pintura es una opción versátil que no solo proporciona color, sino que también protege contra la corrosión y los elementos. En el caso de ventanas de aluminio, la anodización es un proceso que crea una capa de óxido, mejorando la resistencia a la corrosión y permitiendo opciones de color.

Los laminados y recubrimientos adicionales pueden ofrecer beneficios como resistencia a impactos, reducción de la transmisión de rayos UV y propiedades térmicas mejoradas. En ventanas de madera o vinilo, los acabados específicos protegen contra la decoloración y la degradación causada por la exposición al sol y la intemperie.

La elección del acabado depende del material de la ventana, el entorno y las preferencias estéticas. Estos acabados no solo mejoran la apariencia, sino que también contribuyen a la protección y longevidad de las ventanas, asegurando que no solo sean funcionales sino también visualmente atractivas a lo largo del tiempo.