El zinc es un metal que al paso de los años se transforma, ya que cuando es colocado a la intemperie, crea una pátina en la superficie dándole distintas variaciones naturales de color que se pueden apreciar a corto plazo. Presenta un tono plateado metálico claro que, expuesto a la intemperie pierde su brillo gradualmente presentando un ligero obscurecimiento al paso del tiempo, terminando en un color gris azulado. Esta pátina permite que el material sea duradero de hasta 100 años según la zona geográfica en el que está expuesto.