Son una opción económica debido a que no utilizan madera maciza de elevado espesor, sino que se se crean forrando un marco estructural (el tambor) con dos hojas finas de madera natural. Como una vez forrado el marco este queda hueco, las puertas son muy ligeras y fáciles de instalar, por lo que reducen el gasto de montaje. Ofrecen una muy buena apariencia y tienen la ventaja de que permiten que el particular disfrute de madera real.