El reforzamiento estructural es un conjunto de técnicas y procedimientos utilizados para mejorar la capacidad de carga y resistencia de una estructura existente. Este proceso se aplica a edificaciones o infraestructuras que puedan haber experimentado deterioro, daños o que necesiten cumplir con estándares de carga más altos. Las técnicas de reforzamiento pueden incluir la adición de materiales como refuerzos de fibra de carbono o acero, la instalación de tirantes o refuerzos estructurales, la mejora de cimientos, entre otras medidas. El objetivo es fortalecer la estructura para garantizar su estabilidad y seguridad a lo largo del tiempo. El reforzamiento estructural es común en edificios antiguos que deben adaptarse a los códigos de construcción actuales, así como en estructuras que han sufrido daños por terremotos, impactos u otros eventos. Este proceso es fundamental para prolongar la vida útil de las estructuras existentes y garantizar su capacidad para resistir cargas y condiciones cambiantes.