Diplos se inspira en la esencia de una pareja sana y enriquecedora, donde dos individuos se encuentran en el camino, sin perder su propia identidad. A menudo, se piensa que una relación exige renunciar a nuestra individualidad, pero esta obra celebra lo contrario: dos estructuras verticales emergen, simbolizando dos trayectorias personales que convergen a medida que se elevan. Con colores distintos, representamos la dualidad inherente y exploramos la belleza de la complementariedad, recordándonos que una pareja puede compartir la ruta mientras sigue nutriendo su propia autenticidad. Diplos rinde tributo a la danza armónica de dos personas que, si bien se acompañan, no dejan de ser ellos mismos.