El agua es una de las sustancias más esenciales y abundantes en la Tierra y ha desempeñado un rol fundamental en la formación del planeta como lo conocemos hoy en día. Ha erosionado montañas y esculpido cañones; creado cascadas y fuentes termales y moldeado el paisaje de innumerables maneras.

Durante billones de años, el agua ha permanecido una constante, una fuente de vida y símbolo de esperanza. Corre por nuestras venas, sacia nuestra sed y nutre nuestros cuerpos.