Este tipo de sistema es ideal para puertas de garaje pesadas o de gran tamaño, como las de metal o de madera maciza, ya que proporciona una gran fuerza para mover la puerta de forma segura y confiable. Los brazos eléctricos pueden ser controlados mediante un mando a distancia, un sistema de control remoto, o incluso aplicaciones móviles en algunos casos, lo que brinda comodidad y seguridad al propietario.