Un espejo rectangular con bordes enmarcados de color blanco es una pieza elegante y versátil que puede complementar cualquier decoración. El marco blanco aporta un toque de frescura y luminosidad, haciendo que el espejo sea un punto focal en cualquier habitación. Su forma rectangular ofrece una amplia vista, lo que lo hace ideal para áreas como el vestíbulo, el baño o el dormitorio. Además, el marco blanco puede coordinar bien con otros elementos de decoración de color claro.