Obra de arte que se caracteriza por su solidez, resistencia, detalles precisos y variedad cromática. Es un testimonio del talento y la destreza del escultor, que combina la belleza natural del material con su habilidad para dar forma a una obra única y duradera. La escultura de mármol también puede presentar texturas suaves y detalladas, resultado de la minuciosa labor del escultor para tallar y pulir el material. Esto permite plasmar detalles anatómicos, expresiones faciales, pliegues de ropa o texturas de superficies, dotando a la escultura de una gran precisión y realismo.