Este proyecto residencial incorpora de manera ingeniosa la xerojardinería para reducir significativamente el consumo de agua. Con plantas nativas y resistentes a la sequía, así como sistemas de riego eficientes, se crea un paisaje sostenible que requiere un mínimo de agua para mantenerse. Las texturas y colores de las plantas xerófitas se integran hábilmente en el diseño, proporcionando un atractivo visual y al mismo tiempo promoviendo la conservación del recurso hídrico.