Viviendas diseñadas para disfrutar de la tranquilidad y belleza del entorno rural. Suelen incorporar materiales naturales como madera, piedra y ladrillo, creando un ambiente rústico, cálido y acogedor. Las casas de campo destacan por sus techos inclinados, amplios ventanales y espacios abiertos que conectan el interior con el exterior. Perfectas para relajarse y desconectar, combinan funcionalidad y estilo, ofreciendo comodidad en un entorno natural. Ideales como hogar principal o como refugio de fin de semana, adaptándose a las necesidades de sus habitantes con un diseño atemporal y lleno de encanto.