Un lubricante automotriz es un producto utilizado para reducir la fricción y el desgaste en las partes móviles de un vehículo, como el motor, la transmisión y los sistemas de dirección. Su función principal es lubricar y proteger las superficies metálicas, evitando el contacto directo entre ellas y reduciendo la generación de calor y el desgaste prematuro.