La alineación del vehículo ajusta la relación entre la suspensión, dirección y las ruedas, manteniéndolas perpendiculares al suelo y paralelas entre sí.

La función principal del balanceo es, mediante la compensación de peso, evitar vibraciones que pueden provocar desgaste prematuro o irregular de las llantas, desgaste innecesario a la suspensión e inclusive cansancio al conductor.